Tratamientos para la piel

Tratamientos para la piel

Abordamos problemas como acné, manchas y melasma con técnicas especializadas. Mejora tu piel con tratamientos efectivos para un aspecto más saludable y libre de imperfecciones.

Acné

Acné

El acné es un problema inflamatorio de la piel cuyas consecuencias afectan tanto a nivel físico, como estético y emocional. Afecta a todo tipo de personas, independientemente de su edad, aunque es cierto que la mayoría de los casos se produce en edades comprendidas entre los 13 y los 25 años.

Manchas

Manchas

Las manchas en la piel se producen debido a un exceso de melanina. Estas manchas pueden surgir por diversas causas, como el envejecimiento, la exposición prolongada al sol, el embarazo o la ingesta de ciertos medicamentos.

Existen dos tipos principales de manchas: las oscuras, ocasionadas por la edad, y las manchas generadas por la exposición solar excesiva. Las manchas pueden variar en forma y tamaño, y suelen aparecer en áreas del cuerpo más expuestas al sol, como la cara y las manos. Este problema estético preocupa a muchas personas, ya que las manchas pueden ser difíciles de ocultar o disimular.

Melasma

Melasma

El melasma se caracteriza por un aumento de la cantidad de melanina en zonas como las mejillas, pómulos y área peribucal. Este aumento de melanina con respecto al resto de la piel produce unas antiestéticas manchas marrones que causan preocupación en los pacientes.

Eliminación de lesiones benignas

Lesiones de la piel

Las lesiones dermatológicas benignas son crecimientos anormales de la piel que no representan un riesgo para la salud, pero pueden afectar la apariencia y la autoestima de la persona. Las causas comunes incluyen el envejecimiento de la piel, la exposición al sol, cambios hormonales, factores genéticos y lesiones cutáneas anteriores.

Algunas de las lesiones benignas más comunes son: nevus o lunares, verrugas, hiperplasias sebáceas, queratosis seborreicas, fibromas o acrocordones.

Rosácea

Rosácea

La rosácea es una afección común de la piel que causa enrojecimiento duradero en la cara. También puede provocar en ocasiones pequeños bultos de pus y que los vasos sanguíneos se dilaten. Algunos síntomas pueden exacerbarse durante semanas o meses, y luego desaparecer por un tiempo.

Aparece en forma de brotes, pero es posible controlarla usando medicamentos o láseres, además de realizando un cuidado de la piel específico y evitando los factores que producen su empeoramiento.